Genocidas en el banquillo de acusados, con escarapelas... |
En este contexto subjetivo, las palabras que El Che Guevara pronunciara en 1962, en oportunidad de un festejo realizado en Cuba en honor a la Revolución de Mayo (sobre la cual ya he opinado en este post) me resultan muy apropiadas, en especial uno de sus tramos que reproduzco a continuación. Pero antes resulta imprescindible repasar el contexto objetivo en que fueron dichas.
El mundo a comienzos de los '60
En líneas generales, la Guerra Fría seguía su curso, con dos ejes en puja por sumar a su bando a los países de América Latina, Asia y África (muchos de los cuales habían dejado de ser colonias recientemente).
En esa etapa tan turbulenta se suceden velozmente algunos hechos, centrales al entendimiento del discurso:
- En Argentina, Perón había sido derrocado por un golpe militar a fines de 1955, quedando proscripto el peronismo y pudiendo retomar la senda democrática -aunque por poco tiempo- recién en el '58, con la asunción de Arturo Frondizi (derrocado también, en marzo del '62).
- La Revolución Cubana había finalmente triunfado a comienzos del '59 y afianzaba sus vínculos con el bloque comunista.
- EE.UU. ya había asimilado la derrota ocurrida un año antes, en abril del '61, en Bahía de Cochinos y propuesto la Alianza para el progreso en la conferencia de la OEA de Punta del Este, en agosto de ese mismo año (mientras que en Europa se construía el Muro de Berlín).
- Tan sólo un mes después, en septiembre del '61, se crea el Movimiento de países no alineados, con Cuba como miembro.
- A fines de ese año la CIA lanza la Operación Mangosta y, consecuentemente, a comienzos del '62 la OEA expulsa a Cuba de su seno.
- El 25 de mayo del '62 El Che da este discurso, durante el cual dice:
"(...) todavía tenemos que luchar para liquidar viejas formas económicas que nos oprimen, para librarnos de todos los problemas que nos ha traído en nuestro desarrollo la dependencia de los capitales extranjeros, la dependencia fundamentalmente de los monopolios norteamericanos y para defender la parte de libertad y de bienestar de nuestro pueblo que hemos logrado en estos años de lucha.
El 25 de Mayo de 1810 significó en América un grito más dentro de los muchos gritos que se dieron por aquella época en diversos países. El monopolio español estaba ya llegando a sus finales y por todos lados los pueblos trataban de ganar su libertad. En Bolivia, un año antes se había dado un grito parecido. Por el otro lado de América había empezado ya también la lucha por la libertad. No fue ese grito del 25 de Mayo de 1810, ni el primero ni el único, sin embargo tuvo la virtud especial de afianzarse y consolidarse, tuvo la virtud del triunfador en aquellos momentos."
- En octubre del '62 la tensión llegaría a un punto máximo, produciéndose la llamada Crisis de los misiles, que tuvo en vilo al mundo por la inminencia de una guerra nuclear devastadora.
¡Hasta la victoria siempre!
Decididamente, la segunda independencia no va a llegar sola. Como bien planteaba El Che, habrá que luchar siempre, mancomunadamente y en todas partes contra la opresión. Sólo a fuerza de pequeños avances y una defensa tenaz de las victorias parciales, se logrará el objetivo de una sociedad libre y solidaria.